lunes, 6 de julio de 2009


EL BELGA
Gracias a Cristóbal yo siempre era el primero en enterarme de la llegada de un extranjero a Corrubedo, y así ocurrió también cuando llegó Guido Becke, el belga, que llegó acompañado de una amiga alemana. Con un compatriota creó una empresa de aislamiento y después de tener en principio problemas con las autoridades, que en gran parte eran debidos a su impaciencia y a su forma de actuar un tanto especial, consiguieron que el trabajo marchase bien, aunque algunas veces la moral de pago de algunos clientes dejaba que desear y les creaban problemas.
En diferentes bares la gente también escuchaba boquiabierta las historias sobre sus fechorías y cualidades, todo ello siempre acompañado de un buen vaso y un cigarrillo recién liado entre los dedos (tipo de tabaco: TURNER negra picadura fina).
A través de las narraciones de Guido, campeón entre los campeones donde los haya! aquí solamente contaré las actividades especiales, que yo personalmente considero las más interesantes, por ejemplo: la cría de zorros, la exitosa cría de palomas así como la cría de peces de colores (cuyas tonalidades y formas sabía describir a la perfección como si nadasen por su cigarrillo en la nube de humo). También se hace mención a su carrera deportiva como jugador de tenis en su juventud (creo que alcanzó los campeonatos juveniles belgas). Desde siempre le interesó la caza por lo que a lo largo de los años se fue haciendo con una colección de armas de caza. Durante una etapa de su vida se entregó a la vida de indios y tramperos; durante otra etapa se le dio por la HARLEY DAVIDSON. A veces discutíamos sobre el sentido y los sinsentidos de esta construcción de moto y sobre sus amantes. Guido también posee una licencia especial para incendios industriales, que solamente consiguen unas cuantas personas al año después de haber pasado una formación internacional. Trabajó durante una temporada como empleado en una empresa de andamios, mientras que hoy en día es autónomo y trabaja como especialista de aislamientos. Y aunque podría seguir contando cosas de él, vamos a dejarlo por ahora en este punto.
La relaciones del belga con las mujeres la definiría según mi opinión como un poco dividida, lo cual le expresé cuando tuve la ocasión. En Corrubedo se dejaba ver regularmente con diferentes mujeres y procuraba que todos los vecinos lo percibiesen con claridad. A propósito de esto quiero narrar un acontecimiento especial:
Los feligreses ya habían celebrado muchas procesiones del CORPUS CHRISTI, pero una procesión como la de aquel año nunca la habían vivido. Creo necesario contarles brevemente como fue esta procesión. Encima de la alfombra decorada con flores hechas con pétalos de flores, con sal de colores y arena abundante, tenía lugar la procesión por todo el pueblo. Delante de todo va el párroco, Gelasio, con una casulla ornamentada, a continuación los hombres vestidos de fiesta portan a la Virgen María con su hijo en brazos, balanceándolos suavemente. Detrás desfilan los feligreses con pasos meditativos. La procesión se va parando ante pequeños altares para continuar después de una pequeña oración.
La procesión iba desde la iglesia teniendo que pasar por un estrecho callejón, al final del cual estaba la casa en la que vivía Guido Beke y girar allí de forma repentina. Al llegar a este punto los participantes que iban en la procesión no pudieron dejar de ver durante unos largos 10 metros la siguiente imagen: en la ventana de la primera planta ven al belga apoyado y rodeado de tres mujeres morenas, cuyo lugar de trabajo era el de un club conocido en las afueras. Sobre este incidente hubo más tarde las más variopintas opiniones, de las cuales sólo quiero aludir a dos aquí. Algunos dieron por hecho que se trataba de una confrontación especial y otros creían que había sido una verdadera prueba ante Dios, sino ¿cómo iba a entenderse este encuentro casual?. Desde entonces a Guido se le tuvo por una persona poco atada a la moral.
Por medio de la relación que tenía Cristo con la Guardia Civil, Guido pudo registrar sin problemas su colección de armas y recibió así un permiso para el uso de dichas armas en la caza en Galicia. Ahora ya podía salir con los cazadores de Corrubedo a cazar liebres.
Todos tenían mucha curiosidad por ver al belga de caza y ¿qué es lo que tengo que narrar con gran sorpresa? Guido cazó la única liebre de ese día, quizá la última en toda la región. Sobre el aspecto de la liebre una vez cazada los cazadores prefieren permanecer en silencio.
Debemos mencionar un detalle más: hace años aquí saltaban muchas liebres, aquellos eran otros tiempos!! Solamente había que empuñar el arma y con una sola munición se podían cazar de dos a tres liebres.
Posiblemente los cazadores tendrán que soltar pronto nuevas liebres para poder cazar algo. La verdad es que un poco de pena sí que me dan estos hombres, les faltan sus éxitos en la caza y con ello las historias y los trofeos de caza, además del asado de liebre. Y se me ocurre, entonces se me olvidó preguntarle a Guido, qué tal era el sabor de aquel asado de liebre cosido a munición?

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